Los refrigerantes pueden organizarse en distintas categorías según su composición química, el impacto que generan en el medio ambiente y los sectores donde se emplean.
Según su composición química:
- Amoníaco (NH₃): Es un refrigerante natural con alto rendimiento térmico, aunque presenta riesgos por su toxicidad.
- Dióxido de carbono (CO₂): Refrigerante natural que destaca por su bajo efecto ambiental negativo.
- Hidrocarburos: Compuestos orgánicos utilizados como refrigerantes, caracterizados por su escaso potencial de generar calentamiento global.
Según su impacto ambiental:
- Refrigerantes con riesgo para la capa de ozono (PAO): Entre ellos se encuentran los CFC, HCFC y algunos HFC, los cuales contribuyen al deterioro de la capa de ozono.
- Refrigerantes con potencial de calentamiento global (PCA): Algunos HFC poseen un alto PCA, por lo que influyen considerablemente en el cambio climático.
- Refrigerantes con bajo o nulo impacto ambiental: Sustancias como el CO₂ y los hidrocarburos tienen un PCA muy reducido o inexistente.
Según su uso:
Refrigeración doméstica: Es habitual el uso de R-134a y R-600a en equipos del hogar.
Refrigeración comercial: Se utilizan comúnmente refrigerantes como el R-22, R-404A y R-134a.
Refrigeración industrial: Emplea sustancias como el amoníaco, el CO₂ y otros refrigerantes ecológicos.
